TECNOLOGÍA
Océano, tecnología contra la corrupción
Directora de Océano
Quedarán al descubierto los contratistas inhabilitados, los muertos que contratan con el Estado y los consorcios que manipulan licitaciones.
Océano, tecnología contra la corrupción
viernes, 25 de octubre de 2019
Organizar y conformar una modernabase de datos centralizada para cruzar toda la información disponible sobre la contratación pública y determinar quiénes están detrás de esa contratación, en todo el territorio nacional, responde a una estrategia concreta del Contralor General de la República, Carlos Felipe Córdoba, para frenar la corrupción.
Océano es una iniciativa única para el análisis de información contractual del Estado mediante el uso de herramientas tecnológicas de big data, procedimientos, inteligencia de negocios, minería y analítica de datos e inteligencia artificial.
Es un instrumento moderno de tecnología y análisis para establecer claramente quiénes están detrás de la contratación pública, quiénes están habilitados para contratar con el Estado, quienes tienen antecedentes sospechosos, quiénes poseen la experiencia necesaria para contratar o quiénes se cartelizan o se unen para contratar o manipular licitaciones públicas.
“Para estructurar este sistema se ha hecho un largo trabajo de construir y consultar fuentes de información internas y externas que nos han proporcionado datos de contratación nacional, contratación territorial, contratación del Distrito Capital, inventario de responsables fiscales, cámaras de comercio, datos de industria y comercio, información sobre contribuyentes, entre otros, todo lo cual ha permitido crear lo que se conoce como mallas empresariales”, explicó la directora del Programa Océano, abogada especializada, Liliana Jaramillo Mutis.
Con dichas mallas empresariales se han identificado estructuras complejas en más de siete millones de contratos analizados entre 2014 y el primer semestre de 2019. Inicialmente, por ejemplo, se ha encontrado que el 27 % de esa contratación –por valor superior a 171 billones de pesos- ha sido asignada en ese periodo a contratistas que se repiten, que en muchos casos se camuflan en consorcios o uniones temporales o en empresas que tienen múltiples objetos contractuales que los amparan para licitar en las más variadas actividades, oficios o profesiones.
Los periodistas editores de la revista Economía Colombiana sostuvieron un amplio diálogo con la directora de Océano para concretar las inmensas proyecciones que tiene para el control fiscal del país este nuevo sistema tecnológico de información.
Mallas de información para detectar riesgos
Con las mallas de información empresarial se podrá detectar cuáles contratos tienen riesgos para su ejecución o nanciación. Y sabiendo eso, los contratistas ¿cómo han recibido esta estrategia de la Contraloría General de la República?
Esta iniciativa ha tenido una gran aceptación por parte del sector privado, en el sector de los contratistas grandes y responsables, porque ellos han valorado la importancia de Océano toda vez que consideran de gran utilidad que exista una entidad que esté verificando dónde están los contratistas y cómo se ha manejado todo el proceso de la contratación pública en forma transparente y legítima.
Con Océano se está iniciando, por primera vez, una estrategia que apunta a identificar, de manera real e integral, lo que está pasando con la contratación, y constituye una herramienta fundamental de trabajo para las Delegadas Sectoriales de la Contraloría, que les permite tomar decisiones sobre el contratista al que están investigando fiscalmente.
La malla de contratación permite ver como un contratista tiene un hilo conductor o conector entre todos y cómo se van uniendo para irse apoderando de la contratación del país. Cuando se identifican esos procesos contractuales se quiere saber si ese contratista incumplió en determinado frente pero, también se quiere saber en toda esta red dónde más ese contratista incumplió y con quién se está uniendo.
Como ejemplo, está el caso del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, que tiene un presupuesto de 3.5 billones de pesos. Se observó un primer contratista, se identificó y luego se encontró que no era solamente ese contratista, sino que eran dos contratistas más, que todos estaban unidos y que se habían apoderado de 2 billones de pesos.
Una vez se ingresa el número de cédula de determinado contratista, inmediatamente va a arrojar dónde está contratando, con quién más lo está haciendo, si tiene una unión temporal o consorcio con otra persona que también tiene contratos en otras dependencias del Gobierno. Gracias a que se cuenta con esta base de datos integrada, se obtienen resulta dos en minutos. La información sobre aquellas empresas que tienen algún problema de corrupción o una denuncia grave de incumplimiento de un contrato, inmediatamente queda reflejada en la malla de contratación.
En cuanto a resultados y cifras, entre los años 2014 y 2019 la contratación tenía un costo de 720 billones de pesos. De esos 720 billones, casi el 25 % de la contratación, es decir, 166 billones de pesos se hace mediante mallas, lo que signfica que todos están conectados, para un total de 418.000 contratos. De esas mallas, la más grande, es decir, donde hay un conector entre contratistas, suma 95 billones de pesos, distribuidos en 208.000 contratos, 19.000 integrantes y 17.000 consorcios y uniones temporales.
Todo lo que pueda unir a los contratistas para determinar si existe una malla detrás de cada contrato se puede establecer mediante la identificación de las uniones temporales y consorcios, los revisores fiscales, los representantes legales, si comparten direcciones, números telefónicos, correos electrónicos. Todo lo que pueda unirlos nos permite identificar rápidamente si existe o no existe una malla detrás de cada contrato. Desafortunadamente, si se miran las modalidades de contratación, se concluye que más del 77 % se hace de manera directa, mejor aún, a dedo.
Además, se cuenta con un mapa que permite detectar en qué región del país hay mayor concentración de la contratación y dónde habría que tener alertas para determinar qué departamentos pueden generar mayor volumen de contratación y menor número de contratistas.
La Fiscalía General de la Nación solicita información frecuentemente al sistema. Consultan a Océano sobre información puntual que es útil para avanzar en una investigación penal. En ocasiones hay información que a ellos les puede tomar entre ocho y diez meses, con este servicio tecnológico la pueden tener en 35 minutos.
Contratistas inhabilitados y fallecidos
¿Ahora sí se puede a rmar que caerán los contratistas que están inhabilitados y siguen contratando y se identificará a los muertos que contratan?
Gracias al cruce de información, que por primera vez se tiene a disposición de los distintos entes gubernamentales, se puede detectar a las personas y empresas que están inhabilitadas para contratar con el Estado por estar comprometidas en procesos de responsabilidad fiscal o sancionadas por la Procuraduría General de la Nación. Cuando se dan estos casos se envía la información a la Fiscalía, porque puede ser un delito penal. En el primer cruce de información que hicimos se encontraron cerca de 30 inhabilitados, en el segundo cruce van cerca de 80 inhabilitados. Se da el caso de que a pesar de esas inhabilidades seguían contratando con el Estado. Con respecto al cruce de información de presuntos fallecidos, en Océano se encontraron 19 personas y 45 contratos a su favor por cerca de 160 millones de pesos.
En cuanto a los indicadores posibles de colusión, se revisaron cuántos contratistas comparten representante legal, cuántas empresas tienen el mismo revisor fiscal y si estas empresas que se presentan a las licitaciones y participan en la contratación tienen vínculos entre sí. Se encontraron más de 3.000 casos donde existe el mismo revisor fiscal para varias empresas y 324 empresas que comparten revisores fiscales. Estos son indicadores posibles de colusión. Se unen entre ellos y se ponen de acuerdo para presentarse a la licitación, pero ya tienen un acuerdo sobre temas de plazos y precios, con lo cual pueden manipular el proceso y resultados de muchas licitaciones.
Océano está en capacidad de verificar toda la información que da el contratista para poder hacer estos cruces. Si se toma, por ejemplo, el caso Odebrecht, mediante el sistema de fuentes abiertas se verifica si existe un contratista que tuvo problemas y ha sido sancionado y se ubica dónde se encuentra ese contratista. Así se mira dónde se encuentra él y toda su malla. En síntesis, Océano ubica fácilmente al contratista y los proyectos en los cuales incumplió sus compromisos y la ejecución de la obra o donde incurrió en posibles casos de corrupción.
En el tema de riesgos de concentración se encontró el caso específico de un contratista (Germán Mora) con el Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa, donde inicialmente se hablaba de un contrato de 68.000 millones de pesos y al verificar se encontró que no era un solo contratista sino tres contratistas grandes donde se repetían y nos dimos cuenta que eran sociedades iguales que se encontraban en todo el país, con cerca de 2 billones de pesos en contratación con el mencionado fondo. Esto es importante porque cuando se hace cualquier actuación fiscal, incluyendo el proceso de responsabilidad fiscal, se toma en conjunto toda la contratación. Al verificar la información completa de este contratista se concluyó que el incumplimiento total de la contratación era del 80 %.
Lea la versión completa en la edición impresa.