Economista de la Universidad de los Andes con Ph.D de la Universidad de Nueva York y estudios económicos en el Instituto Mundial de Economia en Alemania y de filosofía de la Universidad Complutense de Madrid, además de ser conocedor de los temas financieros y de hidrocarburos, afirma que a Ecopetrol le corresponde liderar la búsqueda de petróleo en yacimientos no convencionales, atrapados en rocas generadoras poco permeables, con la controvertida técnica de “fracking”, que ha sido usada con éxito en otros países.

El exministro Echeverry habla sin ambages sobre el tema del “fracking” y considera que en Colombia no hay un proyecto económico y regional de magnitud similar a la explotación de los yacimientos no convencionales de hidrocarburos. Agrega que es el mayor proyecto económico del país, el cual representaría entre 30 y 90 billones de pesos en regalías, impuestos y dividendos.

Según las cifras que maneja el también expresidente de Ecopetrol, en los yacimientos no convencionales, que se pueden explotar con “fracking”, el país tiene entre 3.000 y 7.000 millones de barriles de crudo liviano y más de 20 tirapiés cúbicos de gas, que representarían más de tres millones de barriles.

Por solicitud de los periodistas de la revista institucional de la Contraloría General de la república, el exministro de hacienda, Juan Carlos Echeverry, entregó el siguiente texto, en el cual expresa su opinión sobre la coyuntura económica y la forma como se puede reactivar el crecimiento económico del país:

Oportunidades de crecimiento 

La desaceleración del crecimiento económico no es exclusiva de Colombia, sino que es un tema global, con manifestaciones específicas en América Latina, dada su dependencia de las materias primas minerales, energéticas y agrícolas, y la destorcida del boom de commodities. A continuación se muestran oportunidades de crecimiento existentes en Colombia, que están siendo desaprovechadas por fallas en coordinación o gerencia de recursos disponibles.

Soluciones eficaces a las fallas de coordinación y gerencia pueden inducir distintas formas de aceleración del crecimiento a lo largo de los próximos años.

Estas iniciativas tienen una alta relación Beneficio/Costo. Con relativamente pocos recursos, usados con alta eficacia, se puede inducir beneficios altamente significativos para la economía como un todo. El efecto de estas fuentes de crecimiento se irá agotando al pasar el tiempo, por lo cual deberán ser reemplazadas por nuevas iniciativas y oportunidades de negocios. En particular, por genuinos ‘nuevos negocios’ de la economía colombiana, que aún están por descubrirse, pero de los cuales hay decenas de ejemplos cada año.

“Un ejemplo, para citar tal vez el caso más sobresaliente es Rappi. Una economía dinámica aprovecha al máximo esas nuevas ideas y la capacidad de emprendimiento y gerencia que ellas revelan, y las potencia con bajos costos, alta disponibilidad de crédito o capital de riesgo, facilidad logística, con menores cargas tributarias y costos de transacción, entre otros. En la actualidad hay varias instituciones de investigación y gremiales trabajando en ideas sobre cómo mejorar ese ‘medio ambiente empresarial’.

Activar el uso de regalías

Existen dos canales a través de los cuales las regalías del petróleo y el gas pueden acelerar el crecimiento del PIB. Primero, a raíz del aumento en el precio del petróleo, habría regalías nuevas por valor cercano a 6 billones de pesos, y en el próximo año por el doble de ese guarismo. Esto equivale a un influjo fresco de entre 0.6% del PIB y 1% del PIB, respectivamente. No hay en la economía en el corto plazo una fuente de recursos tan poderosa y con un impacto tan claro para cerrar brechas sociales y regionales.

¿Por qué una inversión dinámica de las regalías tendría un efecto tanto de crecimiento como de reducción de la desigualdad? La reforma de regalías “bendijo una maldición”, como acertadamente reza el título del estudio más serio sobre el funcionamiento del nuevo sistema de regalías: Jorge Gallego, Stanislao Maldonado (Universidad del Rosario) y Lorena Trujillo (DNP), “Blessing a curse? Institutional reform and resource booms in Colombia”, oct. 2017.

Los autores se refieren a la conocida “maldición de los recursos naturales”, según la cual, la abundancia de recursos minero-energéticos está asociada a indeseables resultados sociales y económicos, de lo cual el ejemplo más sobresaliente es Venezuela.

El estudio analizó los efectos específicos de la reforma de las regalías sobre varios indicadores de bienestar, antes y después de 2011; usó la Encuesta de Calidad de Vida del DANE, desde 1997 hasta 2016, que sigue cada año la situación de más de 200 mil familias, y observa su evolución en todas las regiones de Colombia.

En opinión de los autores, esta reforma modificó la regla de asignación de las regalías, cambió el control y el seguimiento y le apuntó a mejorar el estándar de vida de las regiones más pobres. Al hacerlo, revirtió la relación negativa entre abundancia de recursos naturales y la situación económica y social a nivel local, y la convirtió en positiva.

Este estudio se esmeró por utilizar los métodos académicos más sofisticados y rigurosos y demostró que los efectos de la reforma fueron: reducir la pobreza de las familias; aumentar su empleo y sus ingresos; mejorar las condiciones de su vivienda; incrementar el acceso continuo a agua potable; reducir en 9% la probabilidad de enfermedad en las familias; facilitar que los niños puedan llegar a la escuela; aumentar el número de años de educación aprobados por quien es cabeza de familia; y por último, mejorar el acceso a computador, internet y celular, importantes para cerrar la brecha digital.

Miremos algunas conclusiones. Con las regalías se ha construido una gran cantidad de vías terciarias, y se ha financiado transporte escolar. El efecto hallado fue un menor tiempo que emplean los niños para ir a la escuela y los padres para ir al trabajo. Los autores dicen “sin duda estos resultados son importantes, especialmente en áreas rurales donde los niños tienen que caminar largas distancias para atender a la escuela”.

“La evidencia sobre el empleo es incontestable, e inclusive los autores muestran que hay efectos que ayudan a contrarrestar la enfermedad holandesa, en la medida que “el ingreso fue redistribuido desde las regiones productoras a todo el país, a proyectos intensivos en trabajo, muchos de ellos en actividades manufactureras…”. Otro efecto inesperado fue sobre la seguridad: “el acceso a regalías tuvo un efecto inmenso en la percepción de seguridad en los municipios que las han recibido”.

¿Cuál es el canal que produce estos efectos virtuosos? Los autores encuentran que es la mayor capacidad estatal a nivel local. Este es un resultado muy potente. Tal vez la principal debilidad de Colombia es la baja capacidad estatal, en particular a nivel municipal. En el país se ejecutan ingentes recursos en educación, salud, atención infantil y a la tercera edad, infraestructura, etc. Pero la debilidad de las instituciones locales conlleva una baja eficacia de esos recursos.

La reforma forzó a los municipios y departamentos a competir por recursos, y ha sido la transformación más ambiciosa y seria en imponer sistemas de monitoreo y seguimiento que puede usar cualquier colombiano desde su computador, para analizar lo que sucede en cualquier municipio, a través de http://maparegalias.sgr.gov.co/.

Los autores denominan a este un sistema de monitoreo “de abajo hacia arriba”, es decir, que se pueden ejercer desde la ciudadanía. También se implantaron sistemas de arriba hacia abajo, basados en el DNP y la Contraloría General de la República. Nunca había contado Colombia con sistemas de seguimiento en tiempo real de lo que sucede con la inversión pública.

Los autores se beneficiaron de que “después de la reforma se hicieron disponibles nuevas fuentes de información y datos. Bajo el nuevo sistema de información hay una sustantiva información de proyectos, características, tiempos y monitoreo… Los proyectos son auditados en diferentes fases y no solo al final”.

Los organismos de decisión (OCAD) fueron creados por criterios de descentralización y buen gobierno. Los municipios y departamentos se oponen a que el gobierno nacional les ordene en qué invertir. El sistema de regalías fuerza a que haya coordinación entre los tres niveles de gobierno: nacional, departamental y municipal. Es la primera vez en nuestra historia económica y fiscal que se somete una cantidad tan grande de recursos a una coordinación entre lo nacional, regional y local.

Sin estos recursos, cientos de municipios pobres seguirían postrados, sin posibilidades de invertir. Veamos un ejemplo, Villahermosa en el Tolima, un municipio pobre de agricultores, que tiene para 2018 tan solo 375 millones de pesos de inversión anual. Con esta reforma le llegaron por primera vez recursos de regalías, que en 2018 alcanzan 464 millones.

Es decir, sin las regalías el alcalde no podría hacer inversión. El petróleo del Meta, Casanare y Arauca, Santander, El Hulia, Putumayo, y el Catatumbo, entre otros, está ayudando a desarrollar a todos los municipios de Colombia. Las zonas productoras siguen teniendo una participación mayor a la de las no productoras, que puede llegar al 40% del total nacional.

¿Cómo se dieron estos beneficios? Los autores usan el Índice de Desempeño Integral del DNP (IDI), que captura las capacidades municipales en cuatro dimensiones: eficacia (si se completaron los proyectos), eficiencia (si el municipio optimizó los recursos laborales, financieros y físicos para proveer salud, educación y saneamiento básico), legales (si se cumplió con las normas) y gerenciales.

El resultado es impactante. Lo que redujo los indicadores multidimensionales de pobreza no fue la mejor planeación o el mayor número de auditorías. Fue la “eficacia estatal” del municipio. Es decir, no basta hacer simplemente una cosa bien, como la planeación; o controlar mejor que no haya corrupción; éstas son condiciones necesarias, pero no suficientes. Es indispensable hacer muchas cosas bien, como se mide a través del Indicador de desempeño integral. Esto debe llegar al oído de los candidatos presidenciales.

Es lo mismo que sucede en una empresa. No basta con tener una buena oficina de planeación o una gran dirección de cumplimiento. Esos son elementos claves, pero el éxito económico requiere una gerencia eficaz, un uso eficiente de recursos, una disciplina en cómo se los despliega en el terreno y producen valor privado y público.

“La reforma de las regalías logró exactamente eso, pues “gobiernos locales con mejores habilidades para invertir apropiadamente están recibiendo importantes porciones de los recursos globales. Por lo tanto, la redistribución es un componente importante de esta historia.”

Hay abundante literatura sobre la maldición de los recursos naturales. Hay muy pocos ejemplos de que se ha logrado revertir esa maldición y convertirla en una bendición. Este riguroso estudio sobre lo sucedido a cientos de miles de familias pobres de Colombia, repartidas a lo largo y ancho de nuestra geografía muestra la bondad de haber repartido la mermelada en toda la tostada.

Estos autores arrojan una luz inmensa sobre un acertijo del desarrollo en países con abundantes recursos naturales. Muestran que es equivocado el pesimismo sobre el petróleo, cuando hay instituciones bien diseñadas que premian el buen uso de los recursos.

Necesariamente, estos son procesos que avanzan a través del tiempo, y pasan por transferir los recursos a los alcaldes y gobernadores, y paulatinamente ir premiando a los buenos y castigando a los malos, tanto presupuestal como políticamente; los votantes deben castigan en las urnas a los mandatarios nocivos, y reemplazarlos por otros buenos, que accedan a más recursos, y entre todos aprendan del buen resultado de municipios cercanos donde las cosas se han hecho bien.

Para utilizar un símil (aunque el de la mermelada lo corrompieron), en las vías los que se estrellan son los conductores, no los carros. El estudio citado muestra que el carro de las regalías anda muy bien cuando tiene buen conductor. Hay que tener un eficaz sistema de comparendos y sanciones para que los conductores, alcaldes, gobernadores y gerentes de proyectos, sepan cuando lo manejan mal y sean castigados.

Hay que involucrarse en la gerencia eficaz, eficiente y que cumpla con la legalidad. No esperen que las leyes cambien los comportamientos humanos. La buena gerencia implica el control de muchos frentes para que se opere ese cambio. Este documento muestra que una buena reforma que asigna los recursos a la gente correcta puede transformar al país, empezando por los municipios más pobres.

De nuevo, nuestro problema no es el petróleo o la minería, sino hacerlas bien, y gerenciar bien los recursos que obtenemos de ellas. Son los más grandes recursos con que cuenta Colombia para su desarrollo. La reforma de las regalías demuestra que los podemos usar bien. Y que hay muchas tareas para usarlos aún mejor. Ese es el enfoque

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