EDUCACIÓN Y DESARROLLO
Brechas de Calidad en la Educación: Un análisis a Nivel Nacional y Territorial. Medición a través de las Pruebas Saber 11
Revista Economía Colombiana
La necesidad de evaluar la calidad educativa en Colombia se realiza a través de las Pruebas Saber 11 y a partir de estas se buscará determinar la existencia de brechas entre regiones, y si los recursos invertidos han dado resultados frente a estas.
Brechas de Calidad en la Educación: Un análisis a Nivel Nacional y Territorial. Medición a través de las Pruebas Saber 11
viernes, 29 de septiembre de 2023
La educación como derecho fundamental en Colombia siempre ha sido un tema de gran interés para los Gobiernos y sus Políticas Públicas. interés para los Gobiernos y sus Políticas Públicas. Las estrategias para mejorar la calidad educativa para niños y jóvenes se analizan desde enfoques técnicos y académicos, considerando que una población educada es esencial para reducir desigualdades. El presupuesto nacional para la educación, desde preescolar hasta educación superior, ha aumentado significativamente en los años recientes, superando el gasto en defensa desde el año 2014 a la fecha. De esta manera, para la CGR es crucial evaluar el uso de estos recursos y el cumplimiento de objetivos en la política educativa.
La necesidad de evaluar la calidad educativa en Colombia se realiza a través de las Pruebas Saber 11 y a partir de estas se buscará en este texto determinar la existencia de brechas entre regiones, y si los recursos invertidos han dado resultados frente a estas. Factores como el entorno socioeconómico, la formación académica de la madre, el acceso a conectividad de internet, la tenencia de computador, la formación docente, la eficacia de políticas y asignación de recursos, influencian el rendimiento escolar, variables que serán motivo de análisis.
En este sentido, el análisis de la base de datos de los resultados de las pruebas Saber 11 durante el periodo 2015-2022 revela aspectos importantes sobre los estudiantes que las presentaron y los patrones de desempeño en diferentes regiones del país. Durante este periodo, un total de 4.44 millones de estudiantes presentaron la Prueba Saber 11, el presente estudio tomó una muestra de 3,59 millones de estudiantes de edades comprendidas entre 14 y 18 años. La caracterización de esta permite evidenciar que la mayoría de estos estudiantes pertenecían a zonas urbanas y asistían a instituciones educativas oficiales. Además, se observa que, en su mayoría, quienes presentaron las Pruebas, eran de género Femenino.
La persistencia de la brecha de género en la calidad educativa es innegable. A pesar de que el 56% de la muestra que realizó la prueba estuvo compuesto por mujeres y el 44% por hombres, estos últimos obtuvieron un puntaje global promedio de 263 puntos, superando a las mujeres que alcanzaron 255 puntos en promedio.
Uno de los aspectos más notables revelados por el análisis es la diferencia en los resultados educativos entre las zonas rurales -puntaje promedio es de 239.45 y urbanas -262.26-, presentando una brecha de 22.81 puntos básicos porcentuales. Además, las disparidades en la calidad educativa también son evidentes entre las diversas regiones del país. Se destacan desempeños inferiores en las pruebas Saber 11 en las áreas de Caribe (244 puntos), Centro sur amazonia (252 puntos) y Pacífico (255 puntos). En contraste, se observan resultados más favorables en el centro del país: Centro Oriente y Bogotá (272 puntos) y Eje cafetero y Antioquia (258 puntos).
El factor de conectividad del estudiante en su hogar, es decir, la posesión de un computador y acceso a internet, demuestra ser la variable de mayor influencia en su desempeño educativo. En aquellas ETC con mejor desempeño, alrededor de 9 de cada 10 estudiantes tienen acceso a estas tecnologías, mientras que las ETC con peor desempeño tienen tasas más bajas -alrededor de 4 de cada 10 tienen acceso a estas dotaciones. Este hallazgo subraya la urgente necesidad de políticas públicas que aborden esta carencia, especialmente en las zonas más apartadas del país.
Además, los datos revelan que en promedio en las entidades con mejores resultados en las Pruebas Saber 11, las madres de los estudiantes tienen una formación educativa más completa, incluyendo la secundaria completa y en algunos casos, educación profesional. En contraste con los territorios de más bajos resultados.
De otra parte, resulta notable la ausencia de investigaciones previas que hayan evaluado la relación entre el índice de desempeño fiscal (IDF) y la calidad educativa. El presente estudio sectorial ha identificado un coeficiente de correlación entre estas variables de 0,6404. En consecuencia, se evidencia que un mejor desempeño fiscal de las entidades territoriales certificadas conlleva a un mayor rendimiento escolar de sus estudiantes. Este descubrimiento plantea oportunidades para un análisis más profundo en futuras investigaciones.
Es relevante mencionar que las ETC con un desempeño inferior, como Uribia, Magdalena y Tumaco, carecen o presentan deficiencias en la aplicación de las medidas derivadas de la estrategia de monitoreo, seguimiento y control al uso de los recursos del SGP-Educación (Decreto 028 de 2008). Esta realidad evidencia falencias en la administración de los recursos asignados al SGP-Educación y subraya la necesidad de mejoras en la ejecución de estos fondos.
Por su parte, el análisis de los resultados concernientes al acceso y permanencia en el sistema educativo público del país aborda variables clave, como la tasa de cobertura neta y la tasa de deserción en las Entidades Territoriales Certificadas (ETC). Se observa que las ETC con mejor desempeño en las pruebas Saber 11 tienen tasas de cobertura netas superiores al 100%. Así mismo, la tasa de deserción evidencia que, las ETC con mejor desempeño tienen una tasa de deserción promedio del 2.54%, algo así como abandono de 2 estudiantes por 100 estudiantes, y las ETC con los más bajos resultados muestran una tasa de deserción promedio del 3.13%, algo así como abandono de 3 estudiantes por cada 100.
Finalmente, este estudio sectorial concluye que las brechas en la calidad educativa no solo persisten, sino que también se han ampliado con el tiempo. Esto es ilustrado por el hecho de que la brecha calculada entre los puntajes más altos y bajos entre regiones era de 1.11 en 2015, aumentando a 1.13 en 2022.
Ante esta realidad, se hace evidente la necesidad de una acción integral en las políticas públicas, que debe incluir además de acciones directas en la educación, se debe abordar factores que afectan al estudiante en un contexto más amplio.